martes, 31 de octubre de 2017

Actividades para la clase del 8 de noviembre 2do 3ra

Falta poco para terminar y pronto llega la muestra.
Propuesta para la segunda parte de la integradora y, además, será para publicarla  en ese evento:

  1. Escribir los "sabías qué..." relacionados a los temas del año. 
    De cada uno se  debe escribir, por lo menos, 3 frases.
    1. Origen de la vida
    2. Evidencias de la evolución
    3. Extinción
    4. Teorías de la evolución
    5. Reproducción, estrategias reproductivas
    • Casos pingüino AdeliaBallena Franca 
      1. Describir al animal
      2. ¿Cuál es el problema que atraviesa actualmente?
      3. ¿Cómo se podría mejorar su situación?
      4. ¿Cómo lo relaciona con los temas del año?
    Esta actividad es obligatoria.

    ENVÍO CON ANTICIPACIÓN PARA QUE LA VAYAN HACIENDO ...
    NO SÉ SI TENDREMOS CLASES, EN EL CASO DE PODER ENCONTRARNOS EN LA ESCUELA, SE HARÁ Y TERMINARÁ EN EL AULA, PERO NO SE OLVIDEN QUE ES LA SEGUNDA PARTE DE LA INTEGRADORA.

    En la clase del 1-11-2017 se inició la lectura del material de la Ballena Franca, y el Pingüino Adelia ya se había trabajado previamente en el aula.

    En la fotocopiadora Pitágoras se dejaron los materiales de la Ballena y del castor, este último será trabajado el 15 de noviembre. con las mismas preguntas del punto dos de esta publicación.

    Todo debe ser resuelto en papel, INCLUYÉNDOSE LA ACTIVIDAD ANTERIOR,  

    jueves, 26 de octubre de 2017

    Actividad integradora 2do 1ra

    Esta semana no nos vimos y no sé si la próxima nos veremos, todo depende de los arreglos de la escuela

    Les dejo una actividad integradora, en el 2017 corresponde para segundo año "BIOLOGÍA", por eso deben usar los materiales que se trabajaron en el aula. Y están todos en este blog.


    1. Leer Descubren nueva especie de cóndor de 30 mil años de antigüedad en Buenos Aires, ¿Cómo lograron describir al cóndor? 
    2. Leer Pisadas que hablan y explica el título
    3. Vuelve a realizar la Guía de lectura: Caminando sobre gliptodontes y tigre diente de sable para recordar los conceptos básicos 
    4. Vuelve a escuchar Entrevista a los paleontólogos Ariana Paulina-Carabajal y Ari Iglesias
    5. Con todo los trabajado en los puntos 1 al 4 arma un texto explicando el trabajo de un paleontólogo, este es el examen integrador, por lo tanto recomiendo hacerlo con esmero. 
    6. Mirar elvideo Origen | Charles Darwin | TEDxRiodelaPlataED y hacer un resumen de su argumento. 

    martes, 17 de octubre de 2017

    Descubren nueva especie de cóndor de 30 mil años de antigüedad en Buenos Aires


    HALLAZGO PALEONTOLÓGICO EN EL PARTIDO DE MARCOS PAZ

    Pampagyps imperator
    Ilustración de Gabriel Lio
    Superaba los 2,50 metros con sus alas abiertas y tenía garras más fuertes que el cóndor actual, por lo que los paleontólogos estiman que podría cazar a sus presas. Sus restos fósiles fueron hallados en el partido de Marcos paz, a solo 34 kilómetros de la Capital Federal.

    El investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y del CONICET Federico Agnolin comentó a la Agencia CTyS-UNLaM que “este hallazgo es único no solo para la provincia de Buenos Aires sino para toda la Argentina, porque es la primera vez que se encuentra un ejemplar tan bien preservado de un cóndor extinto y del que, hasta ahora, se desconocía su existencia”.

    Ilustración del Pampagyps imperator junto
     al doctor Federico Agnolin en el sitio del hallazgo.
    Montaje realizado por Emanuel Pujol
    con la ilustración de Gabriel Lio 
    Este nuevo linaje de cóndores fue bautizado como Pampagyps imperator. “Su nombre significa algo así como buitre emperador de las Pampas”, indicó Agnolin, autor principal del estudio que se publicará en la Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales. Y agregó: “Era un cóndor de gran tamaño, que pudo haber alcanzado hasta los tres metros de envergadura con las alas abiertas”.

    Si uno viajara 30 mil años antes del presente, al momento en que esta ave imperaba en los cielos de la región pampeana y aun no había llegado el hombre hasta estas latitudes, se encontraría con una megafauna terrestre completamente distinta a la actual. “Había mastodontes, que eran muy parecidos a los elefantes actuales; perezosos gigantes que superaban la tonelada de peso; gliptodontes, casi del tamaño de un Fiat 600; y entre los carnívoros estaba el conocidísimo tigre dientes de sable”, enumeró el especialista Agnolin.

    Federico Brissón Egli y
     Federico Agnolin.
    Foto de Emanuel Pujol 


    El paleontólogo Federico Brissón Egli, coautor de este estudio y también investigador del MACN y del CONICET, subrayó que “lo más importante de este yacimiento de Marcos Paz es que, además de encontrar fósiles de animales de gran tamaño, también se encuentran restos de animales pequeños, de microvertebrados, de aves, de lagartos, de peces, que es mucho más difícil que se preserven a través del tiempo, y eso es lo que hace a esta cantera diferente, al mostrar una ventana de estas especies que son muy importantes para el ecosistema”.

    Parte de la cantera fue declarada como reserva paleontológica, solamente utilizable con fines científicos. En las más de seis hectáreas que tiene el sitio explorado en su totalidad, los investigadores realizan un hallazgo nuevo a cada paso (ver video). Pero, sin dudas, el descubrimiento más importante que ha dado este lugar desde que comenzó a ser estudiado en 2010 es, justamente, el Pampagyps imperator, por tratarse de una especie desconocida hasta hoy.


    Reserva Paleontológica de Marcos Paz.
    Foto de Alicia Andechaga, julio de 2015

    Las garras del cóndor emperador 

    Los investigadores determinaron que esta ave tenía una gran capacidad para abrir y cerrar sus garras. “Un hueso del miembro posterior nos muestra que las inserciones de los músculos eran mucho mayores a la de los cóndores actuales, por lo que posiblemente podría cazar presas”, explicó el doctor Federico Agnolin a la Agencia CTyS-UNLaM.

    En la actualidad, los cóndores son animales que se alimentan solamente de carroña. Por su parte, el cóndor emperador de las Pampas, con sus hasta 3 metros de envergadura, debió de ser temible para sus presas, entre las cuales podía haber pequeños vertebrados como roedores, reptiles y patos.

    No obstante, el Pampagyps imperator también debía alimentarse de los cadáveres de los grandes mamíferos que habitaban la región. “Piensen que, en aquella épocas, vivían especies enormes que cuando morían dejaban sus carcasas en descomposición; por ello, también había una gran diversidad de animales carroñeros, como lobos, otros mamíferos y otras aves, como los caranchos, con los que debía competir el Pampagyps”, analizó el doctor Agnolin.


    La caída del cóndor y la megafauna 

    Ubicación de la Reserva Paleontológica de Marcos Paz.
    Imagen obtenida en la web 

    Reserva Paleontológica de Marcos Paz.
    Foto de Alicia Andechaga,
     julio de 2015



    En aquel entonces, las aves carroñeras eran mucho más abundantes que en la actualidad. También, había mamíferos de tamaños gigantes. Pero a todas estas especies les llegó su ocaso hace unos 10 mil años, tiempo que también quedó registrado en los sedimentos de la cantera de Marcos Paz, ubicada casi en el límite fronterizo con el partido de La Matanza y a unos 150 metros de la Ruta 3.

    Aparentemente, la llegada del hombre tuvo un papel decisivo en la extinción de toda esta fauna prehistórica, pero no fue el único factor. “Hace 10 mil años, se produjeron grandes cambios climáticos que provocaron que la fauna estuviera en retracción, con pocas especies”, contó Agnolin. Y añadió: “Cuando llegó el hombre, comenzó a cazar esas enormes bestias, y ese fue el puntapié final para hacerlas desaparecer”.

    Y fue igual la suerte que corrió el Pampagyps imperator. “Al desaparecer estos enormes animales que el hombre cazaba, también se extinguieron los animales carnívoros que se alimentaban de los cadáveres de esas bestias, entre los cuales se encontraban las aves carroñeras”, relató el investigador del MACN y del CONICET.

    David Piazza en la
    Reserva Paleontológica de Marcos Paz
    Foto obtenida en la web 
    El estudio que se realiza en la cantera Vignogna de Marcos Paz está dirigido por el paleontólogo del Museo de La Plata y del CONICET Leopoldo Soibelzon. De este equipo de investigación también participan Esteban Soibelzon, Sergio Rodríguez, Facundo Iacona y la geóloga Elisa Beilinson, todos ellos también del Museo de La Plata. Asimismo, el estudiante de paleontología David Piazza ha participado desde las primeras exploraciones a este yacimiento.

    Cuando vivían aquellas especies, la zona era muy distinta. “Hoy, tenemos pastizales, lagunas, tenemos bosques, pero, hace 30 mil años, el ambiente era prácticamente como el de la Patagonia, un semidesierto, con arbustos, muchos estepas, mucha aridez, el clima era mucho más frío que ahora, y en algunos períodos hubo ingresiones marinas hasta este sitio, por lo que también se encuentran peces de agua salada en uno de los niveles de la cantera”, detalló Agnolin.


    Fuente:
    Pujol, E. (2017-10-17), Descubren nueva especie de cóndor de 30 mil años de antigüedad en Buenos Aires, Agencia CTyS-UNLaM, disponible en http://www.ctys.com.ar/index.php?idPage=20&idArticulo=3470 

    martes, 15 de agosto de 2017

    UN EJEMPLO INTEGRADOR, EL CACAO





    ¿Cuántas veces comiste chocolate?

    ¿Alguna vez te preguntaste cómo se realiza esa barrita de chocolate que te encanta?

    ¿Cómo relacionas este video con los contenidos que se ven en las clases de esta materia?

    martes, 8 de agosto de 2017

    Nunca pensé que tenía que enseñar este tema: NAZISMO

    Muchas veces cuando me preguntan qué enseñas, contesto Biología como primera y hasta única respuesta. Esta semana con una temática emergente en el aula me hizo cambiar esa respuesta. Los docentes además de los contenidos pertenecientes a la carrera que estudiamos preparamos clases para discutir diferentes temas  relacionados a la formación ciudadana. 

    Desde temas de Educación Sexual Integral, o cómo resolver un problema ambiental en el barrio donde se vive... pero, en este caso, debo sumar EL NAZISMO. 
    Los jóvenes piensan que pueden hacer bromas y como es un chiste no hay problema,  por lo tanto, consideran que se puede seguir jugando con ese tema. 

    Busqué materiales y cada vez que profundizaba en el tema me dolía, ¿Cómo se llegó a tal grado de crueldad?  Pero, más me sobresaltaba el darme cuenta que se puede repetir si no se toma conciencia de lo sucedido en la historia del siglo pasado. 

    Soy profesora de Biología, y este viernes enseñaré Nazismo... espero que mis alumnos entiendan por qué les pedí el trabajo espacial  con todo lo tratado en la clase, reflexionen sobre sus acciones y eviten repetir las bromas que realizaron.

    Recursos para la clase

    Libro

    Publicación elaborada en el marco del Programa "Educación y Memoria" del Ministerio de Educación de la Nación,  Holocausto. Preguntas, respuestas y propuestas para su enseñanza

    Videos y Fotos


    Breve Documental sobre el Nazismo


    Viaje al interior del Holocausto. Los campos de concentración nazis.


    Guarderías Nazis


    Escena de la cámara de gas de la película EL NIÑO DEL PIJAMA A RAYAS


     
    PDF para descargar 



    lunes, 8 de mayo de 2017

    PISADAS QUE HABLAN




    Estudio de las huellas fósiles

    Pisadas que hablan

    INFORMES — POR SUSANA GALLARDO EL 18/03/2013 A LAS 12:07


    La icnología es una disciplina surgida en los últimos cincuenta años y que se ocupa de estudiar el comportamiento fósil, es decir, analiza las huellas de seres que se desplazaron sobre la superficie terrestre hace millones de años. Pero esas huellas, además de contarnos cómo vivía el organismo en cuestión, permiten describir el ambiente en el que transcurrían sus días.

    Detalle de una única huella de dinosaurio encontrada
    en el yacimiento de Valdecevillo, cerca de Enciso, La Rioja, España.
    Foto: Jaime Crespo

    Archivo para escuchar a Pablo Pazos (toca en este enlace y lo podes escuchar)



    Encontrar pisadas frescas en una playa desierta puede ser desconcertante. Es lo que le pasó a Robinson Crusoe cuando encontró huellas humanas y se sintió alarmado y amenazado: la isla donde se había refugiado no estaba deshabitada, como había creído.


    Algo muy diferente es encontrar pisadas o trazas fosilizadas, por ejemplo, de dinosaurios o de otros seres que han vivido hace millones de años. Huellas que nos dicen: “Por aquí pasamos”. Lo interesante es que, quienes estudian este tipo de huellas –detectives del pasado–, son capaces de reconstruir la escena completa: hacia dónde iban, qué tamaño tenían, si corrían o se desplazaban con morosidad, qué características tenía la playa, el oleaje o la marea, y muchos aspectos más del entorno.


    Esos Sherlock Holmes del pasado son estudiosos de una disciplina que surgió como tal en la década de 1960: la icnología, que emerge como hija de la geología y de la paleontología, pero que hoy ha tomado vuelo propio. Es más, la Argentina es relativamente pionera en formación de escuela en icnología, y es el país de Latinoamérica que, probablemente, tenga la mayor cantidad de investigadores que trabajan en esta disciplina.


    “La icnología es el estudio de las huellas o trazas fósiles dejadas tanto por vertebrados como por invertebrados, y que indican un determinado comportamiento”, define el doctor Pablo Pazos, investigador en el Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Y grafica: “Cuando nosotros caminamos con tranquilidad, lo hacemos con un tipo de paso. Cuando corremos, dejamos otro tipo de huella. Si el suelo está caliente, corremos de una determinada manera. Las variaciones en el comportamiento pueden registrarse según las marcas que quedan”.


    Además, a través del estudio de las icnitas (huella o marca, en griego) es posible inferir ciertos parámetros del entorno que no se pueden determinar de otra manera. En efecto, las trazas fósiles pueden indicar si una superficie que era fondo marino quedó expuesta, si la oxigenación era alta o baja, si el oleaje era intenso, si había disponibilidad de alimento o éste escaseaba.


    “Las icnitas dan cuenta de las condiciones del lugar en el momento en que se produjeron. Es como una fotografía de ese instante”, destaca Pazos.
    Muchas veces, una huella es el único rastro dejado por un organismo, pues sus restos fósiles no pudieron conservarse. Así, es posible encontrar pisadas de dinosaurios en lugares donde nunca se encontraron los huesos de estos animales, porque las condiciones para la preservación no eran las óptimas.


    En el fondo del mar, con una ausencia casi total de oxígeno, puede suceder que se encuentre la huella de algún organismo que tenía la capacidad de vivir con muy bajos niveles de oxígeno. Es decir, que se tendrá una evidencia directa de vida en un lugar donde no se esperaría hallarla, y donde no se encuentren tampoco restos fósiles.


    No siempre es posible asegurar que tal huella haya pertenecido a un organismo determinado. “Con las trazas de vertebrados es más fácil que con las de los invertebrados”, comenta Pazos. En el caso de invertebrados, distintos organismos pueden dejar la misma traza.


    Como una foto
    En una icnita muy bien preservada, pueden identificarse, por ejemplo, las antenas y los apéndices de un invertebrado y sus características. También, se puede inferir el tipo de desplazamiento del organismo, si fue continuo o a saltos. Esa información se combina con el estudio de las características de la roca, y se obtiene una “foto” de un ecosistema del pasado. “Si estudio sólo las rocas, me estoy perdiendo parte de la información. Si sólo miro la icnología sin analizar el contexto geológico donde se encontraron esas trazas, puedo cometer errores en la interpretación”, reflexiona Pazos.

    La icnología comenzó su desarrollo siendo sólo una herramienta para los paleontólogos.  Sin embargo, para Pazos, “en los últimos cincuenta años se ha avanzado lo suficiente como para decir que se ha constituido en una entidad propia, incluso se han desarrollado subdisciplinas, que estudian aspectos muy específicos”.

    La conservación de una huella está determinada por diferentes factores. Por un lado, las características del sustrato, por ejemplo, la presencia de arcillas con determinada plasticidad. Otro factor que puede contribuir, según una hipótesis, es el desarrollo de una fina capa de microorganismos, que funcionaría como una lámina que calca las marcas “dibujadas” en la superficie. La posibilidad de preservación de una huella sobre una superficie aumenta si se forma sobre ella una carpeta o tapete microbiano (microbial mat).

    No son lo mismo las trazas que se producen en ambientes donde hay mucho oleaje y mucha energía, que las que se generan en ambientes mareales donde hay mezcla de sedimentos, tapetes microbianos y material arcilloso. Se pueden encontrar huellas que se formaron entre una marea y otra, y así se obtiene una foto de lo que aconteció a lo largo de doce horas.


    También en 3D
    Hay trazas que se producen en una superficie plana, pero hay otras que se generan en las tres dimensiones. En el caso de los seres humanos, si una persona está caminando, y a la vez comiendo y charlando, lo único que va a quedar registrado en la superficie es la pisada. Pero “si se trata de un animal invertebrado que vive dentro del sustrato, que puede estar desplazándose, respirando por los sifones, defecando y comiendo, todo a lo largo del recorrido, las huellas de cada una de esas conductas pueden quedar registradas. Para ello hay que integrar la información como un rompecabezas, información que la roca no siempre entrega toda junta”, dice el investigador.


    Los rastros de los invertebrados son menos espectaculares que una huella de dinosaurio, pero su hallazgo permitió conocer, por ejemplo, un grupo de bivalvos que no estaban representados en el registro paleontológico de la Cuenca Neuquina. “La traza tiene una determinada característica que indica que los sifones con los que respiraban estaban juntos, mientras que el resto de bivalvos que se han encontrado no tienen esa particularidad. A través de la traza se puede saber que estos bivalvos tan particulares existieron, teniendo en cuenta que no se han conservado sus restos fósiles”, dice Pazos.


    La marca del diente
    Si bien las improntas de las hojas de los árboles dejadas en la roca no se consideran como icnitas, porque por sí solas no dan cuenta de un comportamiento, si esa hoja tiene la marca de un herbívoro que intentó devorarla, estamos, sin duda, en presencia de una icnita. “Si las hojas tienen trazas de haber sido mordidas, por ejemplo, por hormigas o larvas, esas huellas dan información acerca de las condiciones de esa comunidad, porque no será posible hallar a esas hormigas o a esos parásitos”, explica.


    Si se encuentra un hueso fósil, pero a su vez ese hueso tiene la marca de los colmillos de otro animal, se trata de una icnita. El hueso en sí no lo es, pero sí lo es la marca del colmillo, que indica que el animal fue presa de otro.


    Asimismo, los coprolitos, que son el resultado de la mineralización de excrementos humanos o animales, constituyen un resto fósil, pero también indican un comportamiento, un proceso biológico. También la construcción de nidos constituye la huella de un comportamiento.
    Las aplicaciones de la icnología son múltiples. De hecho, también brinda información relevante en la exploración de petróleo, pues puede dar cuenta de las características de los sedimentos. “Cuando se extrae un testigo de perforación petrolera, uno necesita analizar la información icnológica”, describe Pazos.


    En resumen, las huellas brindan información desde el punto de vista geológico, porque permiten reconstruir el entorno ambiental del momento en que se produjeron, y también llenan baches en el conocimiento desde el punto de vista paleontológico, porque hacen posible conocer qué organismos vivieron en un momento determinado, aunque sus restos fósiles nunca se hayan encontrado. El estudio de las icnitas abre un campo fascinante en el conocimiento del pasado lejano, y hace posible tener la película completa.


    Caminata de dinosaurios por la orilla
    Hace casi 130 millones de años, los dinosaurios podían pasearse por la costa de un mar poco profundo, en la provincia de Neuquén, en las cercanías de Chos Malal. ¿La prueba? Numerosas pisadas, de 25 a 30 centímetros de largo, que indican que se trataba de animales de mediano porte, de unos tres metros de altura. Las huellas son tridáctilas y denotan un andar bípedo; se trataba de animales que caminaban erguidos en dos patas. Además, las garras aguzadas señalan que eran dinosaurios carnívoros.


    A partir de esas huellas, los investigadores pudieron reconstruir la geología de la zona, cambiando la perspectiva que se tenía previamente. Así lo explican en un reciente artículo publicado en la revista Gondwana Research, firmado por Pablo Pazos, junto con Darío Lazo, Beatriz Aguirre-Urreta y Claudia Marsicano.

    Si bien se sabía que la zona estudiada (la cuenca del río Agrio, en el noroeste de la provincia de Neuquén) estaba bañada por las aguas ingresantes del paleopacífico, se creía que esa zona constituía un área marina profunda. Sin embargo, a partir de esas huellas, los investigadores pudieron determinar que el lugar era un mar poco profundo, con zonas que podían, de tanto en tanto, quedar al descubierto y desecarse.


    Los fósiles típicos de un fondo marino son los moluscos, como los amonites o los bivalvos. Pero esa zona carecía de esos fósiles. En la búsqueda de una explicación, los investigadores encontraron las pisadas. “Estas huellas hablan de una zona costera, sometida a mareas y muy poco profunda, muy estresante para muchos organismos e inhabitable para otros”, indica Pazos, que estudia las rocas sedimentarias, para determinar el ambiente y sus cambios en el tiempo.


    El estudio de las trazas y las rocas sedimentarias permitió determinar que los animales se desplazaban a lo largo de la orilla. “Las huellas encontradas modificaron totalmente el concepto que se tenía de esa área e invita a la confección de nuevos mapas, muy útiles en la industria petrolera”, destaca Pablo Pazos.

    Huellas en la playa
    Pisadas de dinosaurios terópodos en rocas carbonáticas de la Formación Agrio de la Cuenca Neuquina.  El hallazgo de las huellas confirma que esa zona estuvo expuesta hace aproximadamente 130 millones de años y, además, indica que estos dinosaurios se desplazaban paralelamente a la línea de costa, teniendo en cuenta las microondulaciones que se observan en la superficie y que son producidas  por el oleaje. La superficie muestra que hay huellas anteriores y posteriores al oleaje costero. Sin embargo estudios microscópicos de la roca no dejan dudas de que se trataba de sedimentos marinos que fueron expuestos y que permitieron las caminatas de los dinosaurios.


    Gallardo Susana (18-marzo-2013): Pisadas que hablan,  Disponible en http://nexciencia.exactas.uba.ar/icnologia-pazos-fosiles 

    lunes, 24 de abril de 2017

    Entrevista a un paleontólogo

    El  Dr Ari Iglesias será entrevistado por los alumnos de 2do 1ra y 2do 3ra de la EEST N°1.  Este año se logró acordar un encuentro para el 16 de mayo y se concretará mediante la red social Skype. Una hermosa oportunidad para aprender, pero que requiere prepararnos.

    Para ello recomiendo hacer las siguientes actividades



    • Leer la entrevista a Sebastián Apesteguía "Los paleontólogos y los fósiles, una relación de años", del Libro Biología 2, los proceso de cambio en los biológicos: evolución, reproducción y herencia, Saber es clave, Santillana, Bs As, pp 22-25 (fotocopia en el kiosco frente a la escuela)
    TRABAJO REALIZADO
    El día de la entrevista también se contó con la presencia de la paleontóloga  Ariana Paulina-Carabajal, Se disfrutó un hermoso encuentro que se comparte en este blog en formato radio:

    Entrevista a los paleontólogos Ariana Paulina-Carabajal y Ari Iglesias

    [audio src="http://ar.ivoox.com/es/entrevista-a-paleontologos-ariana-paulina-carabajal-ari_md_18736070_wp_1.mp3"] Ir a descargar

    Guía de lectura: Caminando sobre gliptodontes y tigre diente de sable



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    Guía de lectura: parte 1


    Hoy nos toca el desafío de leer sobre PALEONTOLOGÍA Y FÓSILES 

    Iniciamos la lectura en la página 26 del libro “Caminando sobre gliptodontes y tigres diente de sable”. Allí van a encontrar la definición de “paleontología”, qué estudian los paleontólogos y una muy interesante reseña de cómo fue cambiando en la historia el “concepto fósil”. 

    Presten atención a la definición actual de fósil que se encuentra en la siguiente página (27). 

    Siguiendo la lectura en la página 28, de manera fácil y acompañado de muy buenos dibujos se explica el proceso de fosilización y la disciplina que estudia este proceso.

    El recorrido avanza, y nos encontramos con los ejemplos de los diferentes procesos de fosilización ¡¡¡¡Hasta los casos excepcionales como la momificación!!!! 

    Los diferentes tipos de fósiles se explican en la página 31, las fotos ayudan mucho a entender este tema.

    Entre la 33 y la 35 se desarrolla la historia de la paleontología en la zona. Pero, por ahora, no lo vamos a leer. 

    En la página 36 inicia una sección a la que dedicaremos mayor atención, al tratarse del camino que se realiza desde “el hallazgo de los fósiles a la investigación”, el texto es acompañado con excelentes imágenes en cada hoja. Finalizando esta temática en la página 40

    Felicitaciones terminaste la lectura de la parte 1

    Guía de lectura: parte 2


    Ahora que estamos informados de varios conceptos básicos podemos seguir leyendo la sección "LA SUCESIÓN BIOLÓGICA EN EL TIEMPO GEOLÓGICO"

    Iniciamos en la página 54, donde se desarrollan los conceptos tiempo absoluto y tiempo relativo. En la 55 se destacan dos principios fundamentales que permitieron establecer una secuencia temporal que divide el tiempo en grandes unidades que a su vez se dividen en unidades menores: 
    • En una secuencia normal, las rocas más antiguas se ubican en la parte inferior y las más nuevas en la parte superior. De este modo, se puede establecer la antigüedad relativa, en un determinado lugar o de un lugar a otro.
    • Se estableció la correlación indirecta de los estratos a través de los fósiles. Por ejemplo, una asociación de fósiles A-B-C representa una unidad del tiempo geológico, y cuando estos fósiles aparecen juntos, el investigador ha encontrado estratos que corresponden a un mismo lapso temporal, aunque las muestras estén muy distantes entre sí.
    Ya llegamos  la página 56 y encontramos una explicación muy sencilla de cómo datan las rocas.

    En las siguientes dos páginas explican la Deriva Continental, y la Tectónica de Placas, en este momento no lo leeremos:  Solo recordaremos que  la Tierra tuvo, en otros tiempos, una distribución continental diferente a la actual. Recomiendo ver la siguiente imagen que muestra esto último.



    Prestaremos atención a la "representación de una escala de tiempo geológico indicando las divisiones del tiempo en la historia de la Tierra" de la página 59. Nótese en esta imagen que se cumple con el principio de superposición estratigráfica, donde las capas inferiores son más antiguas que las superiores. 

    Las siguientes páginas hasta la 72 desarrolla algunos detalles de la "historia de la vida en la Tierra desde su origen hasta hoy". Muy interesante relato que recomiendo leer.

    Felicitaciones llegaste al final de la lectura


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    jueves, 13 de abril de 2017

    El antepasado más antiguo de las aves y los dinosaurios



    Teleocrater. Imagen: gentileza Gabriel Lío
    Un nuevo estudio, en el que participó un investigador del CONICET, muestra que algunos rasgos característicos de los dinosaurios habrían aparecido antes de lo que se creía y la diversidad anatómica habría sido mayor a la esperada.

    Reconstrucción en vida de Teleocrater rhadinus.
    Crédito: Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia".
    Modelo construído por Marcelo Miñana

    Hace aproximadamente 250 millones de años ocurrió la extinción masiva del Pérmico-Triásico, un evento en el cual murieron hasta el 96 por ciento de las especies marinas y un porcentaje similar de las terrestres. Cerca de tres millones de años después se produjo la separación, a partir de un ancestro en común, de los linajes que con el tiempo darían origen a las aves y los cocodrilos. El grupo que incluye tanto a cocodrilos como aves se lo denomina Archosauria, que significa ‘reptiles dominantes’.

    A partir de esos hechos – documentados por el hallazgo de sus fósiles – la ciencia fue estableciendo los linajes y la evolución de las diferentes especies de cocodrilos y dinosaurios a lo largo de millones de años. Sin embargo, la descripción reciente de una especie, Teleocrater rhadinus, obliga a replantear mucho de lo que se sabía: incluye los huesos fósiles más antiguos del linaje que daría origen a los dinosaurios y a sus descendientes, las aves.

    Imagen que muestra la reconstrucción de la especie Teleocrater rhadinus. Los primeros ejemplares del grupo biológico que dio origen a los dinosaurios y los pájaros eran animales carnívoros que caminaban a cuatro patas, según el análisis de un nuevo fósil que publica hoy la revista Nature. (Mark Witton/Natural History Museum, London via AP)

    A partir de esta información los científicos deben rearmar el árbol de la evolución porque Teleocrater es el primer ejemplar de un nuevo grupo de reptiles enigmáticos, que llamaron Aphanosauria, que vivió antes de la separación entre los linajes de dinosaurios y pterosaurios. El trabajo fue publicado en la reconocida revista Nature.




    Es decir que, a partir de un único ancestro en común se abrieron dos ramas: la que con el tiempo llevaría a la aparición de los cocodrilos (rama cocodriliana), y la segunda (rama aviana), que daría con el tiempo origen a los dinosaurios no avianos y a las aves. Es al inicio de esta segunda rama que se ubica Teleocrater.


    Una imagen muestra el esqueleto del Teleocrater rhadinus (Scott Hartman via AP)
    Durante décadas, los científicos pensaron que los primeros parientes de los dinosaurios tenían un tamaño relativamente pequeño y caminaban a dos patas, como los actuales aves. Pero, en este caso, se consideró que sería cuadrúpedo y que podría medir entre dos y tres metros. 
    Este animal tenía características físicas similares a los dinosaurios y los cocodrilos. “Nos muestra que los precursores de los dinosaurios tenían una diversidad anatómica mucho más amplia de la que se pensaba y muchas características presentes en los precursores de los cocodrilos se encontraban también en los miembros más antiguos del linaje de las aves, como por ejemplo una configuración de los huesos del tobillo que se creía que era exclusiva de los cocodrilos y sus predecesores”, explica Martín Ezcurra, investigador adjunto del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales ‘Bernardino Rivadavia’ (MACN-CONICET) y uno de los autores del trabajo.



    Teleocrater rhadinus. Imagen: gentileza Gabriel Lío.
    La edad de los fósiles ronda los 240-245 millones de años. Teleocrater era un cuadrúpedo de constitución ligera, con un largo aproximado entre 2 y 3 metros, una altura cercana al medio metro, pesaba entre 10 y 30 kilos y tenía una cola larga. Era más parecido a un cocodrilo que a los pequeños precursores de los dinosaurios que se conocían de rocas algo más jóvenes del noroeste de la Argentina. Los aphanosaurios tenían un cuello relativamente largo, como otras especies emparentadas con los dinosaurios, y dientes afilados, serrados y curvos, lo que sugeriría una dieta carnívora.

    “Teleocrater y el nuevo grupo de animales que describimos en nuestro trabajo, los Aphanosauria, permiten llenar una brecha anatómica y temporal en la historia evolutiva del linaje que condujo a los dinosaurios”, agrega Ezcurra.

    Parientes cercanos

    El nombre Teleocrater deriva del griego antiguo y se refiere a la forma de la cavidad de la cadera donde se insertaba el fémur (‘Teleos’, significa completo y ‘krater’, cuenca), y rhadinos, que significa esbelto, en referencia a su contextura anatómica.

    “Esta especie provee nueva información que nos permite reconocer un grupo completamente nuevo de reptiles enigmáticos (que hemos llamado Aphanosauria) en la base de la línea aviana de los arcosaurios, antes de la división entre los linajes de pterosaurios y dinosaurios”, explican los autores en el trabajo.

    “Los miembros de Aphanosauria tenían morfologías transicionales que combinan características presentes en los ancestros comunes de aves y cocodrilos, como articulaciones en los tobillos similares a las de los segundos, articulación accesoria en las vértebras dorsales, modificación en la segunda costilla sacra y la presencia de inserciones musculares ubicadas en regiones características cercanas a la articulación del fémur y la cadera”, agrega Ezcurra.

    La historia del antepasado que nadie conocía

    Las aves y los cocodrilos, ambos arcosaurios modernos, divergieron de su ancestro común en el Triásico Temprano, hace aproximadamente 247 millones de años, antes de la aparición de los primeros dinosaurios. En el momento de esta separación (conocida como divergencia entre cocodrilos y aves) ocurrieron cambios morfológicos, como en las proporciones de los miembros y el tamaño del cuerpo, entre otros.

    Teleocrater rhadinus vivió en el Triásico Medio, entre 240 y 245 millones de años atrás. Por esa época el supercontinente Pangea, donde vivía, habría comenzado a separarse y por eso los fósiles de Teleocrater y sus parientes fueron encontrados en Rusia, India, Tanzania y Brasil.




    Los primeros fósiles de Teleocrater fueron hallados en 1933 por F. Rex Parrington en Tanzania, un paleontólogo británico de la Universidad de Cambridge. Estos restos fueron estudiados preliminarmente en 1956 por el también británico Alan Charig pero nunca se publicaron. Nuevos restos de Teleocrater fueron encontrados también en la misma región de Tanzania por un equipo internacional – del que participaron varios autores de este trabajo – en 2015.




    Fuente: 
    • Belluscio, Ana (12-abril-2017), El antepasado más antiguo de las aves y los dinosaurios, disponible en http://www.conicet.gov.ar/el-antepasado-mas-antiguo-de-las-aves-y-los-dinosaurios/
    • Clarín (12-abril-2017), Descubren al eslabón perdido entre los dinosaurios y los pájaros, disponible en https://www.clarin.com/sociedad/descubren-eslabon-perdido-dinosaurios-pajaros_0_SyeMHG26g.html 



    miércoles, 12 de abril de 2017

    La quimera de una vacuna contra la enfermedad de Chagas


    Investigadores del CONICET y la UBA diseñaron 
    una molécula que combina tres proteínas y 
    que podría servir para el desarrollo de vacunas.






    La enfermedad de Chagas es causada por un parásito unicelular microscópico llamado Trypanosoma cruzi, que se aloja en el interior de las vinchucas y es transmitido a los humanos a través de las heces de estos insectos al momento de picarlos.

    Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad se encuentra sobre todo en zonas endémicas de 21 países de América Latina entre ellos Argentina, donde se calcula que hay un millón y medio de personas infectadas.



    Actualmente no existen vacunas preventivas ni terapéuticas para el mal de Chagas. Emilio Malchiodi, investigador superior del CONICET en el Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral “Profesor Ricardo A. Margni” (IDEHU, CONICET-UBA) y en el Investigaciones en Microbiología y Parasitología Médica (IMPaM, CONICET-UBA), trabaja junto a su equipo desde hace más de 30 años para lograr este desarrollo. Recientemente publicaron un importante hallazgo en la revista NaturePJ-Vaccines, que se trata del estudio de los efectos de una molécula que diseñaron que combina las características inmunogénicas – es decir, aquellas que causan inmunidad – más importantes de tres antígenos del parásito que provoca la enfermedad.

    “El tratamiento agudo de la enfermedad de Chagas consiste en la administración de una droga llamada Benznidazol. Es importante cuando el parásito está en circulación, pero adentro de los tejidos que es donde se aloja el Trypanosoma, no lo elimina. En cuanto ingresa al organismo, el parásito invade los macrófagos que son células muy agresivas del sistema inmune, pero no activadas para matarlo, entonces se aprovecha de esto y se reproduce. Con el tiempo, se traslada a otras células menos agresivas porque no son del sistema inmune, como las musculares. Lo que buscamos con las vacunas es mejorar la respuesta inmune que creo que no es insuficiente, sino equivocada”, advierte Malchiodi.

    Malchiodi y su equipo seleccionaron tres regiones de proteínas de T. cruzi que demostraron previamente ser protectivas y por ingeniería genética las amalgamaron para generar una molécula única, que llamaron Traspaína.

    Un largo camino a la quimera

    A principio de los ’80 los investigadores comenzaron a producir anticuerpos monoclonales contra el Trypanosoma cruzi. Con uno de ellos purificaron una proteína – que en ese momento no sabían que era – y posteriormente descubrieron que se trataba de Cruzipaína, una molécula muy activa y abundante en el parásito. Con ella probaron una vacuna utilizando un adyuvante, llamado de Freund, que se utilizaba habitualmente en animales.

    “Los resultados del uso de este antígeno más este adyuvante fueron un fracaso. Para 1997 se empiezan a promocionar nuevos adyuvantes que se llaman oligodesoxinucleótidos CpG (ODN-CpG) y obtuvimos un resultado categórico: los ratones inmunizados con Cruzipaína y CpG estaban mejor protegidos contra la infección. Esto nos abrió la cabeza para empezar a explorar otros aspectos. Sabíamos que Cruzipaína es muy particular porque tiene una parte con actividad enzimática y otra que no se sabe para qué funciona, pero ya había antecedentes de otros grupos de trabajo que decían que esa porción de la molécula ‘distraía’ la respuesta inmune. Entonces pensamos ‘¿por qué no le sacamos esa fracción que llama a la respuesta inmune pero no protege?’ y comprobamos que la parte enzimática generaba una respuesta inmune mucho más protectiva que cuando usábamos la molécula entera”, aclara Malchiodi.

    Malchiodi explica que para probar una vacuna estudiaron en ratones distintos protocolos, es decir combinaciones de adyuvantes y antígenos para analizar la respuesta de anticuerpos y la inmunidad celular.

    En estudios posteriores, analizaron otras moléculas del parásito y sistemas de inmunización. También utilizaron tres de ellas en una vacuna multicomponente con muy buenos resultados.

    “Sin embargo, producir tres antígenos independientes es muy caro porque tiene el costo de tres vacunas, entonces pensamos en ponerlos dentro de una sola molécula a través de ingeniería genética. Ya sabíamos que solo una porción de Cruzipaína y una parte de ASP2 eran efectivas en la protección y entonces eliminamos las partes que ‘distraen’ la respuesta inmune de su principal función, que es matar al patógeno. Para unir las porciones de los compuestos usamos una conexión que pertenece a otra molécula importante de T. cruzi que se llama Transialidasa y formamos esa quimera. Se llama así porque es como esos monstruos mitológicos que se formaban con partes de distintos animales”, advierte el investigador.

    La Transpaína se probó en ratones con un producto de origen bacteriano que tiene propiedades adyuvantes, llamado c-di-AMP, y se obtuvieron mejores resultados que con otros adyuvantes.

    El cdi-AMP formulado con Transpaína genera una respuesta inmune diferente que los demás adyuvantes estudiados, porque promueve la aparición de ciertas células T especificas contra el patógeno llamadas linfocitos T CD4+ del subtipo Thelper1/Thelper17, así como también potencian la respuesta T CD8+, que protegen al huésped del parásito.

    Malchiodi explica que empleando parásitos fluorescentes, se midió la replicación parasitaria en el sitio de infección, y se observó que los animales que recibieron la vacuna (Transpaína y el nuevo adyuvante) era capaces de controlar rápidamente la carga parasitaria. Esto se vio reflejado luego en sangre al determinar la concentración de parásitos, ya que los animales vacunados presentaban niveles menores. Finalmente, la vacuna logró disminuir los parámetros de daño analizados durante la fase crónica de la infección, lo que permite especular acerca de su capacidad de prevenir la patología de la enfermedad.

    “La ventaja de usar una quimera en lugar de tres antígenos separados para una vacuna es principalmente racional y económica, ya que reduce los costos de producción a un tercio. Tenemos mucha esperanza en este desarrollo porque hemos trabajado muchas alternativas y esta es la mejor que hemos obtenido. Sería interesante pasar a etapas de desarrollo que son muchas y muy largas, y para las cuales se requiere financiación”, concluye el investigador.

    Fuente
    Leone Cecilia (10-abril-2017), La quimera de una vacuna contra la enfermedad de Chagas, disponible en http://www.conicet.gov.ar/la-quimera-de-una-vacuna-contra-el-mal-de-chagas/